La limpieza dental y el blanqueamiento dental son procedimientos relacionados con la estética y salud. Sin embargo, estos procedimientos no son sustitutos el uno del otro, son muy distintos y tienen diferentes finalidades. En el post de hoy te vamos a explicar en qué consiste cada uno y cuáles son sus diferencias.
Limpieza dental
Como hemos comentado en anteriores ocasiones, una limpieza dental completa incluye el cepillado, el uso del hilo dental y el enjuague con colutorio. Además, también es recomendable utilizar cepillos interdentales para llegar a todos los espacios de la boca y no dejar que los gérmenes se queden en nuestra boca. Sin embargo, pese a que tu ritual de limpieza dental sea completo, es posible que no acabes de eliminar todas las bacterias, ya que siempre hay zonas de difícil acceso donde los métodos tradicionales no llegan.
Es aquí donde entra la limpieza bucal profesional, siempre de la mano de un dentista. Este proceso dura unos 30 minutos y el la mejor manera de prevenir acumulaciones de sarro y enfermedades periodontales como la gingivitis o periodontitis , además este proceso permite eliminar manchas en los dientes causadas por el tabaco, café, vino, té, etc.
Existen dos tipos de procedimientos para una limpieza dental profesional:
La primera es la limpieza manual, en ella el higienista utiliza una serie de instrumentos para llegar a cada rincón de la boca y eliminar el sarro localizado tanto encima como debajo de la encía.
La segunda es la limpieza con ultrasonidos, esta limpieza dental es más rápida que la manual, ya que gracias al uso de ultrasonidos se produce una vibración que facilita la eliminación del sarro sin dañar el diente.
Blanqueamiento dental
Este procedimiento es puramente estético, ya que se realiza con el fin de conseguir unos dientes blancos y relucientes. El blanqueamiento dental debe ser efectuado por un especialista y para conseguir un buen resultado son necesarias varias sesiones, incluso el tratamiento puede seguirse desde casa con el material necesario y bajo prescripción médica. Sin embargo, antes de realizarse un blanqueamiento dental es necesario la evaluación del dentista, ya que no se recomienda a personas que sufren de hipersensibilidad dental, que tengan caries o la enfermedad periodontal.
Existe una gran variedad de técnicas blanqueadoras, estas son las más conocidas:
Blanqueamiento dental en clínica por fotoactivación. Es un tipo de blanqueamiento donde los resultados se ven desde la primera sesión. La sesión suele durar unos 45 minutos y con ella se consigue un aclarado de hasta 8 tonos. El tratamiento es sencillo, consiste en aislar las encías, la lengua y el paladar mediante una funda especial y después aplicar sobre los dientes un gel blanqueante a base de peróxido de hidrógeno que se activa con una luz LED.
Blanqueamiento dental en casa. Este tipo de blanqueamiento dental se realiza en casa bajo la supervisión de un odontólogo, para ello se necesitan unos moldes de la propia dentadura y aplicar el gel blanqueador en cada diente. Las células se colocan un determinado tiempo en la boca según las indicaciones del odontólogo.
Blanqueamiento mixto. Este tipo de blanqueamiento es el más completo ya que combina los dos procedimientos mencionados anteriormente, el blanqueamiento por fotoactivación y el realizado en casa. Con el se consigue una mayor duración de los resultados y hasta unos dientes 10 tonos más blancos.
Blanqueamiento interno. Cuando una persona se realiza una endodoncia, esta corre el riesgo de perder el color del diente. Esto es debido a que al eliminar el nervio y la vascularización de dentro del diente, este se oscurece. En este tipo de casos el blanqueamiento interno es el tratamiento que permite devolver el color al diente.
Como hemos visto la limpieza y el blanqueamiento dental son procesos diferentes y no sustitutivos. Sin embargo, son perfectamente complementarios, ya que combinarlos es perfecto para potenciar los beneficios de ambos tratamientos y conseguir unos dientes sanos, limpios y blancos.