El sangrado de encías es muy común y puede deberse a diversos motivos, ¿quieres conocerlos? Sigue leyendo.
En ocasiones, nuestras encías sangran. Ya sea tras cepillarnos los dientes o en otros momentos del día, es importante atajar esta afección.
¿Por qué sangran mis encías? Enfermedades que provocan el sangrado de encías
- periodontitis (una forma avanzada de enfermedad de las encías)
- deficiencia vitamínica – falta de una dieta equilibrada
- falta de células de coagulación (plaquetas)
Además, la inflamación de las encías o gingivitis y la periodontitis provoca que tengamos unas encías más sensibles y propensas al sangrado.
Gingivitis
La mayoría de las personas desarrollan gingivitis cuando la placa (desechos y bacterias que se adhieren a los dientes) permanece en las líneas de las encías por mucho tiempo.
Otros síntomas de la gingivitis son:
- Encías hinchadas
- Dolor en la boca y alrededor de las encías
- Y el mencionado sangrado de las encías
Por este motivo, llevar una buena higiene dental y cepillarse los dientes después de cada comida provoca una eliminación de dicha placa y, con ello, una reducción de la probabilidad de sufrir gingivitis y caries.dental).
Periodontitis
La enfermedad periodontal o periodontitis suele ocurrir como derivación de una gingivitis. La Periodontitis es una infección de las encías, la mandíbula y los tejidos de apoyo que conectan los dientes y las encías. Esto puede provocar, incluso, que los dientes se aflojen y que acaben cayendo.
Deficiencias de vitaminas
La falta de vitaminas C y K también es un factor del sangrado de nuestras encías. Por este motivo, seguir una dieta equilibrada está directamente relacionada con nuestra salud dental.
Algunos alimentos ricos en vitamina C son frutas y jugos cítricos, brócoli, fresas, tomates, patatas, pimientos…
Y si hablamos de la vitamina K, incluímos alimentos como la col rizada, espinacas, acelgas, lechuga, aceite de oliva, soja…
Por este motivo, y como resumen, para evitar el sangrado de nuestras encías tendremos que tener en cuenta varios factores.
- Llevar un control regular de nuestra salud general para determinar nuestro estado y niveles adecuados de vitaminas.
- Visitar al menos un par de veces al año (recomendable cada seis meses) a nuestro odontólogo.
- Tener cuidado durante el cepillado y no ejercer demasiada fuerza.
- Cepillarnos los dientes tras cada comida y emplear una pasta de dientes profesional.
- Llevar una dieta equilibrada.