La salud bucodental está determinada por unos buenos hábitos de higiene que se deben de adquirir en edades tempranas.
Si desde pequeños enseñamos a nuestros hijos e hijas a seguir una rutina de higiene de sus dientes óptima, cuando sean mayores gozarán de una mejor salud en boca y dientes evitando graves enfermedades periodontales.
En primer lugar, es importante desmontar el mito de que los dientes de leche no son importantes, por lo que su cuidado no es relevante.
Lo cierto es que, a pesar de que los dientes de leche no son definitivos y empiezan a salir pasados los 6 meses de vida del bebé, las encías sí se mantienen en el tiempo, por lo que el cuidado de la higiene bucodental general es clave.
Generalmente, los niños no suelen presentar problemas graves en sus encías, pero según se ha demostrado existe un incremento de estos en edades adultas, seguramente, por la falta de atención durante la infancia.
¿Cómo inculcar un buen hábito de higiene bucodental en niños?
Los niños son como esponjas que hacen lo que ven y aprenden muy rápido. Por ello, si queremos que nuestros hijos e hijas adquieran un hábito de higiene dental adecuado, podemos empezar por lavarnos los dientes junto con ellos.
De esta manera, además de que detectarán cómo hacerlo, podemos ayudarles y controlar que lo efectúan correctamente.
Sé ejemplo para tus hijos y lávate los dientes con ellos
La preocupación que solemos tener por corregir la posición de nuestros dientes hace que, en ocasiones, olvidemos la relación que tiene la ortodoncia con otros aspectos relacionados con la salud oral: la salud de nuestras encías.
Es decir, que si tienes periodontitis, sí puedes llevar ortodoncia pero antes deberás someterte a un tratamiento contra la enfermedad y mantener unos óptimos niveles de higiene bucodental, algo que deberás extremar cuando tus dientes soporten ortodoncia. Por ello, las visitas al dentista para controles deben hacerse con más frecuencia.
Como mínimo, deben lavarse los dientes un par de veces al cabo del día. Después del desayuno y antes de irse a dormir.
La boca de un niño no es igual que la de un adulto, por lo que es muy importante que utilice un cepillo y pasta de dientes adecuada para su edad. Consulta a tu dentista.
Incluye en su dieta frutas y verduras. Si es cierto que este consejo no se ciñe de manera directa a la higiene bucodental como el cepillado, sí es verdaderamente relevante para su boca que tenga una alimentación equilibrada evitando el exceso de azúcares.
Lleva a tus hijos a revisión con su dentista, al menos, un par de veces al año. Este consejo adquiere una mayor relevancia si el niño está en un proceso de cambio de dientes.
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